miércoles, 16 de diciembre de 2009

Domingo sorpresa


Despues de las fiestas del jueves y el viernes, el sabado y el domingo los pase apalancado delante del ordenador, estudiando y viendo Monk y Malcolm in the Middle hasta marearme.

Sin embargo, la noche del domingo empezó con una invitación a cenar en casa de los italianos. Una vez finalizados, mi compañero frances comentó en broma que sería genial ir a tomar helado a McDonals (que es como solemos acabar las cenas cuando estamos por el centro). Era una broma, como he mencionado, pero caló hondo rapidamente y a los diez minutos estabamos en un taxi, no (solo) porque fueramos unos vagos, sino porque estabamos a unos -15º. Y el taxi cogimos, incluyendo un amigo australiano al que fui a avisar corriendo (caida en hielo incluida), exclusivamente para tomar un sundae en McDonals.



Una vez terminado, de vuelta a casa, donde nos encontramos con un nutrido grupo de españoles dejando kuntotie (mi calle) para ir a la colina en pos de la Aurora Boreal. Habia olvidado mencionar que mi compañero de piso valenciano habia metido a cinco personas en su cuarto este fin de semana, cinco personas que ni conocía, ya que debía un favor a unos erasmus del sur de Finlandia. Por suerte resultaron ser majisimos. Y esa noche querían ver la Aurora Boreal. Como yo solo la he visto un par de veces (y una de ellas fue a traves de las nubes a si que no contaba) me pegué otra carrerita a mi cuarto, a equiparme algo mejor contra la temperatura.

Y arriba de la colina nos fuimos. Andando por mitad del bosque, intentando buscar algún lugar donde ver mejor el cielo. Sin embargo, estamos demasiado cerca de Rovaniemi, asi que no hubo suerte (si que vimos varias estrellas fugaces, pero ¿qué emoción hay en eso?. Acabamos tomando fotos de Rova encendida por la noche, e intamos encender un fuego durante unos quince minutos. En la bajada sin embargo encontramos un sitio increible para deslizarnos con trineo (uno de los españoles traía trineo) y estuvimos hasta la una y media pegándonos guarrazos en el trineo. Todo esto por supuesto acercándonos a los cero grados farenheit.

En cualquier caso, acabó siendo una curiosa noche que no me esperaba, ¡y resulta que se puede salir de casa a -15º! Aunque tampoco pienso cogerlo de hábito.

Mas, y fotos, pronto. Espero.

martes, 15 de diciembre de 2009

La semana pasada



¡Hey!

Llevo un tiempo sin actualizar por dos cosas: Primera, estoy sin lector de tarjetas y me da cosa actualizar sin fotos. Queda muy soso. Segunda, quedaba muy bonito mi calendario de entradas la alternancia de ocho, tres, ocho, y tres entradas... si, estoy demasiado enganchado a Monk...

En esta entrada voy a comentaros un poco que tal fue la semana pasada, refiriéndome especialmente a las fiestas, donde esta la chicha de la erasmus por supuesto.

El jueves tenía dos citas, una cena de despedida, y un sitsit. Al final me decanté por el Sitsit mas que nada porque ya lo había pagado, aunque me apetecía muchísimo la cena de despedida... ¿Qué es eso del sitsit? Es una fiesta tipica de Suecia y Finlandia (la segunda la importó de la primera). Ya que nunca he ido a una cena de una fraternidad o una residencia, no se si pueden compararse, pero sospecho que si.

En un sitsit, la gente se sienta en una gran mesa, con varias bebidas delante. La idea general es la de una cena, pero como me comentaron mas tarde, no deberías ir a un sitsit con hambre (cosa que averigüe muy a mi pesar). En esta cena hay una especie de maestro de ceremonias, quien dirige y vigila el desarrollo del sitsit. La dinámica es la de cenar y charlar, pero una vez que suena la campana, todos deberan quedar en silencio, y se empezará a cantar (canciones de naturaleza burlona u obscena en su mayor parte, aunque tambien las hay de exaltación a la cerveza y al alcohol en general). Los invitados podran levantar la mano y pedir una u otra canción, aunque tambien hay determinadas canciones que se han de cantar al comienzo, mitad, final, cuando traen un plato, o cuando los vasos estan vacíos.

El sitsit es muy rígido: No puedes levantarte sin tener una causa mayor (y contar con el beneplacito del maestro de ceremonias), se exige puntualidad, una vez que suena la campana se ha de guardar silencio y no se puede comer o beber (y nunca paraba de sonar la maldita), y debes cantar siempre, sin equivocarte (o alguien gritará "vuelta a empezar"). Tambien hay una etiqueta con respecto al orden en el que se ha de sentar, y como se ha de brindar (al grito de ¡STOLD!, o algo que sonara parecido, que es "salud" en sueco). Cualquier infracción sera castigada con pruebas y humillaciones en general, siendo las mas comunes las de hacer comer o beber al penitente mezclas asquerosas de mostaza, alcohol, o incluso beber tabasco. Tambien se pueden imponer pruebas vergonzosas, como lamer nata de cosas (cosas fálicas), o hacer bailes eróticos, o similares. Diré que los castigos pueden imponerse arbitrariamente a voluntad del maestro de ceremonias (y no lo digo solo porque a mi me impusieran uno sin que yo hubiera hecho nada).

La cena se desarrolló muy satisfactoriamente, aunque hubo mucho pasotismo a las reglas (no veníamos con la mentalidad de una cena de ese tipo, y si mas pensando en fiesta pura y dura). Cada vez que sonaba la campana se oía un coro de gemidos y lamentos ya que las canciones estaba en fines, sueco o aleman, y significaba que no podías beber. Pero fue muy divertido, una inmersión en la cultura finlandesa bastante entretenida, que derivó en una fiesta curiosa en el piso, lleno hasta los topes de gente erasmus.

Al dia siguiente cena en casa de Nuppu, mi tutora finesa, con un grupo de españoles e italianos. Nos sorprendieron con salmón, carne de alce, y un par de postres típicos fineses (algo hecho de queso, y un pastel). Tras la cena, charla y juegos para emborracharse, y tiramos para otra fiesta, esta de despedida de los australianos. Llegamos tarde, y la gente estaba bastante bastante cocida. Mas juegos de cerveza (el catarata, que recuerdos), bromas, el legendario Song, coreano, marcándose bailes a lo Michael Jackson, saunas, etc... Incluso conocí a un par de erasmus que no habia visto en todo el semestre que al parecer se iban en una semana.

De vuelta en bici, tratando ver la aurora boreal (se alcanzó a ver algo entre las nubes, pero sin mucho éxito), y el resto del fin de semana, de descanso.

Mas tarde publicaré otra entrada con el domingo, y quizas otra mas con el dia de hoy. Asi mismo intentaré poner las fotos en algún momento.

¡Saludos!

martes, 8 de diciembre de 2009

Go Carpets



Buenas

Tras recapitular mis experiencias por Tromso, me gustaría comentar este fin de semana.

La verdad es que ha molado bastante: Empieza con una FIESTA DEL TIRAMISÚ en el piso de una italiana, donde nos pusimos pujisimos del amado postre italiano. Y de cerveza. Llegamos a hablar de una apuesta según la cual si me comía un kilo de tiramisú en menos de ocho minutos, me llevaría cinco euros. Pero al final decidí pasar, no porque no pudiera hacerlo, sino porque seria un kilo de tiramisú desaprovechado.

Tras esta fiesta, todos al piso mas famoso de kuntotie, el piso de las polacas. Este piso es el favorito de muchos para celebrar fiestas porque jamas viene la policia, por mucho jaleo que montemos (y a veces es asombroso). Allí celebrábamos la despedida y cumpleaños de un par de chicas, una de las cuales juraria que no habia visto nunca, y otra que si que me caia muy bien. Alli, mas alcohol, tarta, canciones, y similares. En un momento dado una chica se metio en el baño y sacó la ducha para enchufársela en la cara a alguien. Yo me encontraba en su linea de tiro, y fue solo la suerte que me salvo de acabar empapado. Y aun con el suelo encharcado la fiesta duró un par de horitas mas.

Tras todo esto de vuelta a mi piso (muchos se iban al centro de copas) que a la mañana siguiente a las nueve tenia que coger un autobus. Efectivamente, a las nueve, medio dormido, con un puñado mas de compañeros erasmus y algunos fineses nos pusimos en marcha hacia Oulu, la ciudad mas importante del norte de Finlandia (A.K.A. la ÚNICA ciudad del norte, ya que Rovaniemi esta ahi ahi entre pueblo y ciudad). Parada en unas ciudades gemelas en la frontera con Suecia, donde pasamos al lado sueco para visitar IKEA (nadie fue a IKEA, todos fueron a la tienda de alcohol, en teoria mas barata que en Finlandia). Pero lo mejor estaba por venir. Tras agenciarnos unos cuantos perritos calientes de a medio euro de IKEA, yo decidí comprobar un cartel que habia llamado mi atención mientras paseaba por el puebo.


El cartel prometía, "Candy World", y allí que me fui. No podría no empezar a describirlo... Era todo lo que esperaba y mas. Se trataba de un gigantesco recinto lleno y lleno de hileras de chucherias, dividido en secciones y secciones de chocolate y otros pseudoalimentos. Había Toblerone de dos kilos, CUBOS de malteses (a esto no le pude decir que no), puñados y puñados de caramelos pez, con dispensadores gigantes, muros cubiertos por bolsas de chucherias Haribo... Y un tercio de este paraiso estaba lleno de toboganes, tubos, castillos inflables, piscinas de bolas y cualquier cosa que saques de la imaginación de un chaval. La idea detras de este Candy World era genial. Los niños emergen periodicamente de la jungla de tubos y toboganes para introducir mas azucar en su cuerpo, y volver gritando al area de juegos.

En cualquier caso, no me permitieron quedarme allí mucho. De vuelta al autobus, y unas dos horas mas hasta Oulu,la primera ciudad que veia en un largo tiempo. ¡Tenía polución y todo! Rapido paseo por Oulu, parada de coger calorias en el McDonals, y al estadio. El propósito fundamental del viaje era introducirse un poco mas en la cultura finlandesa y ver un partido de hokey sobre hielo. Repitiendo entre dientes el nombre del equipo qu se suponia apoyábamos para no olvidarlom y secretamente deseando que se montase un cirio en la pista para ver sangre, nos repantingamos en nuestros sitios.

Los primeros dos tiempos no etendia nada. El disco es fastidiosamente dificil de seguir, hay jugadores saliendo y entrando del terreno de juego contantemente, incluyendo partes enteras en las que algún equipo jugaba con un jugador de menos, paran el juego cada cinco minutos, la gente gritaba cuando no estaba pasando nada (o al menos yo no veia que pasara nada) y en general las gradas estaban muertas. Un lio, vamos. Pero en el ultimo fragmento, el equipo que se suponia animábamos empezó a remontar (iban 0-3) y como era el equipo local, el estadio se volvía loco. Hubo varios momentos tensos entre jugadores, y ya le iba pillando el tranquillo a las normas (al menos ligeramente). Se pita el final, y van 3-3. Cinco minutos de tiempo extra, y a veinte segundos del final los locales, llamados Kärpäts (Armiños), consiguen colar un gol bastante majo, y todos enloquecimos. En conjunto, bastante entretenido. No es la NHL, pero por otro lado jamas he visto un partido de la NHL.

Tras esto, pizzeria (juhu, menudo dia de comida sana, perritos calientes, hamburgesas y pizzas) y de vuelta a casa, tratando de no dormirse en el autobus y mantener un espiritu de fiesta. Llegada a Kuntotie, en Rova, donde al parecer hay una fiesta en algún piso. Tenía intención de ir, pero por supuesto, tras dejar la mochila en casa, la cama me pareció un plan infinitamente mejor.

¡Nos vemos!

P.S.(fotos luego)
P.P.S. Tios, grande lo que me habeis enviado. ¡MUCHAS GRACIAS!

domingo, 6 de diciembre de 2009

Tromso



El viaje comienza a las cuatro de la noche. No conseguí dormir ni una mísera hora. El viaje fue batante incómodo porque nos apilamos tres tipos en la parte trasera, pero aun asi conseguí dormir una hora (de hecho fue mas quedarme en blanco que otra cosa). Alimentándonos de azucar y porquerias con mas azucar, recorrimos algunos destinos turísticos y de esqui de la zona. Nos detenemos en un restaurante sobrecargado con decoración navideña, donde intentan vendernos caca de reno como aperitivo (lo siento, señora, trato de mantener las heces fuera de mi dieta).

Finalmente sobrepasamos la civilización, y el termostato empezo a caer en plan bestia, conforme ibamos subiendo. El paisaje no me sorprendió tanto porque se parecia bastante al que vimos en el camino a Norddkap, aunque esta vez todo estaba nevado, lo que lo hacia parecer mas muerto aun, sobretodo porque ahora tenemos como unas cinco horas de luz solar aqui e hicimos la mayor parte del viaje a oscuras. En cualquier caso la visión de kilometros y kilómetros de bosques completamente cubiertos de nieve era algo digno de verse, sobretodo en el camino de vuelta, donde la luna brillaba de una manera impresionante.

Resumiendo, algunas paradas para hacer fotos al bosque, al termostato del coche (mirad el último post) e incluso al sol, que brilló durante el dia, algo que llevabamos sin ver en Rovaniemi cuatro semanas. Llegamos a Tromso poco despues de oscurecer (oscurece a las tres de la tarde), y tras localizar nuestro camping, donde teníamos reservado un bungalow bastante bueno para el precio que teníamos que pagar, salimos de turisteo intentando evitar la tentación de hecharnos una siestecita.

Tromso es una ciudad muy chula. Sin ser mi intención sonar como un panfleto de viajes el corte ingles, tiene varios museos que llaman la atención (aunque no son nada del otro mundo), el paisaje donde esta situada es increible, y tiene bastante vida. Rodeada de montañas y en medio del mar, conservando un numero importante de casas de madera originales, con varios edificios históricos y algunos edificios modernos que encajan bastante bien con el conjunto del pueblo, ademas tiene una universidad enorme con muchisimos estudiantes (muchos Erasmus aparentemente).

Tras parar a ver la Catedral Ártica, vamos al centro del pueblo, donde paseamos un poco. Acabamos cenando en un Burger King (el Burger King mas al norte del mundo... ¡ya he conseguido ir al Mc Donalls y al Burger King mas norteños del mundo! ¡ahora el sur!) y volviendo pronto a casa, tras un par de horas de paseo medio congelados. Me dormí casi al tocar la almohada.

Al dia siguiente teniamos planeado un itinerario mejor, aunque tuvimos que alterarlo. Intentamos ir a un museo que esta cerrado hasta las doce. Decidimos entonces hacer algo de tiempo en el centro, y a las once vamos a la colina de enfrente de Tromso, donde un teleferico te lleva a la cumbre por algo menos de diez euros si eres estudiante. Curiosamente empezó a nevar en cuanto llegamos a la estación del teleférico, haciendo que temiésemos por las vistas. El restaurante de la cima estaba cerrado, aunque servian té calentito. No soy de beber té, pero tras aventurarnos a la colina en si, casi pierdo una mano del frio que hacia, combinado con el viento y la nieve. Al final la nieve se detuvo y conseguimos disfrutar de las vistas que hay desde la cima. Si alguna vez vais a Tromso, el teleferico es algo muy recomendable.




Tras recuperar fuerzas, de vuelta a Tromso ciudad. Nos plantamos en el museo, que basicamente consiste en una sala de video donde pasan imagenes de Svalbard y donde tienen montado un pequeño diorama sobre la misma isla (Tromso tiene un aeropuerto que conecta con Svalbard por precios no muy desorbitados), unos cuantos puntos de información sobre la contaminación y lo mala que es, y un pequeño acuario con focas (como me gustan esos animalejos) y algunos otros peces. La entrada es una vez mas inferior a diez euros, y recomiendo este museo solo si no tienes otra cosa que hacer. En conjunto no tardarás en verlo todo ni dos horas y eso contando el video de Svalbard (aunque no nos quedamos a ver el show de las focas, la verdad sea dicha. Tambien tienen una especie de Sail Simulator, un Flight Simulator pero de barcos, que me hizo bastante gracia (aunque no puedes inmolarte contra otros barcos, por si os lo estabais preguntando). Es importante comentar que vinimos en temporada baja.

Poco mas queda ya que contar. Parada en el Burger King (otra vez, me sentí casi de vuelta en Tomares) y saltamos al coche, de camino a Rova. Esta vez me agencié el asiento delantero, me apalanqué con mi almohada y mi manta, y de ahí no me movió nadie (aunque no consiguiese dormir). No hubo aurora boreal, pero si una luna que brillaba como nunca habia visto (una vez dejo de nevar, lo cual sucedió cuatro horas despues de iniciar el viaje). El viaje Tromso-Rovaniemi no es especialmente largo en Kilómetros, pero nos llevo casi diez horas ya que las carreteras estaban congeladas.

Tras esto, llegada a Rova, dejar el coche, comer una hamburgesa (el bar estaba repleto de finlandeses borrachos... ¡repleto!¡y era un martes a las cuatro de la mañana!) y a casita. Me gustaria decir que dormi mucho aquella noche, pero tenia que estudiar para un examen asi que nada de nada.

¡Un Saludo!

P.S. Mi interes por Tromso estaba solo levemente influenciado por la Materia Oscura XD
P.P.S.Algo mas tarde colocaré otra cronica de esta semana y de el viaje del sabado.

martes, 1 de diciembre de 2009

Prólogo

Breve post para confirmar que he sobrevivido a la experiencia y que pronto comentare un poco mi viaje. Ademas, quiero dejar algo bien claro:

Me oireis quejarme del frio que ha hecho. Y probablemente todos resopleis, movais la cabeza, y digais para vuestros adentros "ya esta, Fernando siempre exagerando, estos sevillanos..."

Por favor, tomen un segundo para mirar la foto que acompaña el post:



Y en realidad llego a marcar -29º, pero no llegé a poder sacarle una foto en ese momento.