Norther Lights!

(sobra decir que esta foto no la he tomado yo)


Ayer por la noche, desafiando toda lógica y sentido común, decidimos salir en medio de una noche cubierta de nubes y con una nevada bastante espesa en buscar la Aurora Boreal.

¿Qué nos impulsó a ello? Existe cierta página (a la que curiosamente no se puede acceder hoy) que da una especie de pronóstico de auroras boreales, en una escala del 0 al 9 (ayer asumimos que el 10 probablemente signifique colisión contra el sol o algo parecido, y que por eso no lo muestran en la página).

Ahora bien, este pronóstico siempre suele estar en torno al uno, o al tres. Ayer sin embargo la página lucía un hermoso cuatro, lo cual nos dio bastantes esperanzas. Tras equiparnos contra el frio, salimos del edificio para darnos cuenta de que caía una fuerte nevada, y el cielo estaba cubierto de nubes, e iluminado por las luces de Rovaniemi.

Algo desalentados, pero dispuestos igualmente, subimos a la torre del observatorio, a la cual tengo muy vista de la de veces que he subido en la última semana. Tras un rato de ociosidad, nos pareció ver algo en el horizonte. Fuimos sin embargo incapaces de determinar si era la Aurora, o meramente las luces del hotel en la cima de la colina.

Pero finalmente todo el frio y la nieve merecieron la pena cuando vislumbramos durante unos escasos cinco minutos una suave pero distintiva Aurora Boreal. Era mi segunda Aurora Boreal, pero espero sinceramente que no sea la última. Conseguí captar una foto, pero en el ordenador aparentemente no se consigue ver la susodicha (¡¡en mi cámara si que se puede!!). Añado aqui la foto, que parece poco mas que un manchurron oscuro. Veré si hay alguna herramienta mágica en el Photoshop de marras para aumentar contraste o cualquier cosa... aun que primero tendré que averigüar que demonios es el Photoshop. Aun vería un atisbo mas de la Aurora Boreal desde lo alto de la torre, pero no duró mucho.

En cualquier caso, tras quemar una pila de periódicos (de ahi la foto) para calentarnos, relajarnos con el fuego con un poco de gloggi calentito, decidimos que era poco probable que viéramos nada mas esa noche, y emprendimos el camino de vuelta. Por supuesto, en cuanto llegamos al parking the Kuntotie, el cielo se despejó del todo y se encendió con luces verdes, que hubieran sido mejor apreciadas desde la colina, pero tampoco es cuestión de quejarse tras conseguir ver semejante espectáculo.

En realidad, por culpa de las luces de la ciudad, en todo el rato que pudimos disfrutar de las luces estas fueron bastante poco luminosas y definidas, o al menos, no tan luminosas y definidas como aquella vez, tiempo ha, que conseguí verlas en mi viaje a Noruega.

Ya poco queda por añadir. Comentaré mas proximamente.

¡Saludos!